Los antiguos tratados hablan de siete Chakras principales, situados a lo largo de nuestra columna vertebral. Cada uno de ellos representa un periodo de nuestra vida (septenio) y cómo esa energía la vemos representada en esta existencia.
Los tres primeros Chakras nos conectan más con la materia, con nuestra energía, la forma en que creamos nuestra realidad y la voluntad que tenemos para hacerlo.
Los tres siguientes nos conectan más con nuestras emociones, pensamientos y sentimientos y nos van guiando a otros planos más elevados de consciencia.
Cuando ya llegamos al Septimo Chakra, somos una con la materia y somos conscientes de nuestro origen divino.